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Qué es un Health Coach y por qué lo necesitas

Reconozco que hay mucho lío en esto del coaching. Hay un coach para casi todo (y gente que dice ser coach sin haberse certificado ni estudiado, pero esto daría para otro post). Existen life coach, business coach… y un sinfín de modalidades. Para mí el coaching es una metodología y un conjunto de herramientas que provocan transformación y que te ayudan a conseguir un determinado objetivo. Ahora bien, la característica “health”, en mi caso, adquiere significado cuando lo que buscamos es mejorar nuestra salud y nuestro estilo de vida teniendo en cuenta nuestra parte emocional y psicológica. Porque como objetivo último, sea cual sea el primer objetivo aparente, buscamos ser la mejor versión de nosotros mismos.

En mi caso, trabajo como health coach (y psicóloga), especializándome en los problemas emocionales de las mujeres con la comida. Por ello no creo en dietas rápidas y restrictivas, porque eso solo es una tirita temporal que no trata la causa de raíz. Y es que si no tenemos en cuenta la parte emocional de la persona en cualquier proceso de pérdida de peso, el resultado que obtendremos no será completo, cayendo tarde o temprano en el conocido efecto rebote.

A veces los profesionales de la salud y nutricionistas no tienen el tiempo necesario ni los recursos para dedicarlo a esta parte más interior y psicológica, y es aquí donde podemos ser un gran complemento.

Por otro lado, hay gente que no busca adelgazar, pero vuelca en la comida su estado emocional: frustración, estrés, ansiedad, soledad, tristeza…etc. Y aunque a todos nos afectan en mayor o menor medida nuestras emociones a la hora de comer, a veces puede convertirse en un problema más grave. Y esto no se resuelve con otra dieta restrictiva ni con fuerza de voluntad, se resuelve mirando hacia adentro y trabajando nuestra “salud interior” (de mente, cuerpo y corazón). Y es que un health coach ve a la persona como algo integral, más completo, no como una serie de pautas nutricionales a seguir.

Si quieres un cambio para siempre, no hagas una dieta que dure un mes, adopta un estilo de vida saludable que dure siempre.

Y es que, cuando digo que trabajo con mente, cuerpo y corazón, se trata de analizar, comprender y abrazar la causa por la que nos maltratamos con la comida para desde ese punto, trabajarlo y aceptarlo. Muchas veces su origen es mental, de creencias, de lo que hemos vivido en casa respecto a la comida. Los “deberías” y “no deberías” comer esto o aquello y que tanto nos pesan cada vez que elegimos lo que comemos. El “acábate lo que hay en el plato o no te levantas” y un largo etcétera. La historia familiar y la relación con la comida tienen tanta relación, que no podemos obviarla para entender quienes somos en este momento. Por otro lado, hay una excesiva información acerca de la nutrición, y a veces, esa información es más que anticuada o desactualizada. Por no hablar del fenómeno que supone que todo el mundo a nuestro alrededor tenga una opinión sobre esto, muchas veces basado en el: “a mí tocar este alimento me ha dado superpoderes” o “si te tomas aquello verás como te pasa lo otro”. Aquí hay que hacer un gran trabajo de desintoxicación de información y creencias. Hay demasiado ruido en nuestra mente, muchos años de “alimentos prohibidos” que hacen que no podamos abrirnos a la experiencia de escuchar a nuestro cuerpo, porque solo escuchamos nuestra mente llena de desinformación.

Por otro lado están las emociones, que tienen un gran papel en la elección de lo que comemos. Más que Somos lo que comemos, creo en el Comemos lo que sentimos. Puede que estemos pasando por un determinado momento de nuestra vida en el que el estrés esté más presente, o puede que sea crónico y siempre hayamos refugiado nuestras emociones en la comida. Quizá por no saber expresarlas, quizá por rabia, impotencia o vergüenza. Por todo esto y mucho más, entender cómo funcionamos por dentro emocionalmente es la clave para cualquier cambio en nuestra alimentación y en nuestro estilo de vida. Darle un nombre a lo que nos pasa a través de una emoción nos sitúa en el punto de partida para trabajarnos a nosotras mismas. Las emociones no engañan, solo hay que saber interpretarlas y aprender a gestionarlas. ¡Nos dan tanta información!

Y por último el cuerpo, ese gran olvidado. El cuerpo nos habla continuamente sobre lo que necesita y no necesita, sobre los cuidados que requiere y sobre lo que pasa en tu interior. Aprender a escucharlo y sobretodo a respetarlo, es la cumbre de todo este proceso. Tratarlo bien, como si fuera el cuerpo de un bebé, con amor total y admiración. Lo sé, parece imposible, pero puede conseguirse. Yo misma odié mi cuerpo mucho tiempo, persiguiendo cuerpos de las modelos de los 90. Pero ¿qué me aportaba eso? Frustración, tristeza y muy poca autoestima. Nuestro cuerpo es nuestra casa, nuestro templo y merece ser tratado con todo el amor que podamos darle.

Este trabajo interior para entender estos tres pilares, no hará que evites comida poco saludable para siempre, es normal consumirla de vez en cuando, ¡somos humanos y está bien! Pero ten presente que no es lo que haces un día lo que marcará la diferencia en tu vida, sino lo que haces todos los días como hábito lo que tendrá un gran impacto.

A continuación te ayudo a entender si en tu caso lo que necesitas es un health coach.

jennifer burk – unsplash

Razones por las que necesitas en tu vida un health coach:

 

–    Si quieres cuidarte pero no sabes por dónde empezar a pesar de haberlo intentado

–    Si el estrés forma parte de tu día a día y la comida es uno de tus refugios

–    Si estás cansada de dietas con las que solo aumentas tu frustración

–    Si sientes culpa o vergüenza por darte atracones

–    Si tu relación con la comida te impide tener un vida social normal

–    Si durante el día piensas demasiado en la comida de una manera poco amigable

–    Si te gustaría no ser juzgada sea cual sea tu situación o hagas lo que hagas respecto a la comida y tu estilo de vida actual

–    Si cada año te prometes que serás una prioridad y siempre acabas en un segundo plano

Por todo esto y porque nos merecemos una vida completa y saludable interior y exteriormente, el acompañamiento de un health coach puede ser de gran ayuda.

Si no sabes por dónde empezar, puedes descargarte mi masterclass gratuita “Disminuye tu estrés y mejora tu relación con la comida” y apuntarte a mi newsletter para seguir recibiendo consejos sobre cómo cuidarte por dentro y tener vitalidad y salud por fuera.

¡Merecemos disfrutar de la comida y de nosotras mismas!

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