Trabaja conmigo,
"Liderar sin perderte, también es estrategia."
- Mery Viñas
Si estás leyendo esto, seguramente llevas tiempo sosteniendo más de lo que se ve.
Puede que lideres una empresa, un equipo, una familia o simplemente tu día a día.
Y aunque lo hagas bien, por dentro hay algo que se siente cansado, exigido o desconectado.
Intentas hacerlo todo bien. Comer bien. Verte bien. Decidir bien.
Pero la voz interna no para, y acabas preguntando fuera (incluso a la IA) lo que en realidad necesitas reconstruir dentro: confianza, criterio, calma.
Y eso no sólo pasa a nivel personal. También en los equipos.
Rendimos, pero nos desgastamos. Mostramos seguridad, pero vamos por dentro en tensión.
Este trabajo no va de perfección. Va de volver a ti.
Para sostenerte. Para liderar sin dejarte atrás. Para dejar de exigirte como si fueras una máquina.
Esto también se nota, aunque no se diga:
No es sólo el miedo al qué dirán, ni la imagen que das en una reunión.
Es esa voz interna que compara, exige y nunca afloja.
Y que te desconecta de ti, aunque por fuera parezca que todo va bien.
En los equipos también se nota.
Hay cansancio acumulado, tensión que nadie nombra, personas que van a mil sin parar a ver cómo están.
Liderar se ha vuelto sostener demasiadas cosas sin espacio para una misma.
Y con tanta automatización, aparece otro tipo de agotamiento: el de funcionar sin pausa, sin cuerpo, sin conexión real.
Cuando lo humano se deja para después (en una persona o en un equipo), el desgaste termina saliendo. Aunque no se diga.
Y cuando llevas tanto tiempo funcionando así, es normal que aparezca el miedo.
No a hacer, sino a no hacerlo bien. A que se note. A no estar a la altura.
Entonces dudas. Pero lo disimulas.
Y a veces acabas preguntándole a la IA cómo calmarte, qué comer o por dónde empezar,
como si ya no confiaras en ti.
No porque no sepas, sino porque has aprendido a dudar de lo que sientes.
Pero lo que te está pidiendo tu cuerpo (y tu liderazgo) no es más control.
Es menos juicio y más espacio para ser tú.
Puedo ayudarte si:
- A veces te ves tomando decisiones importantes… mientras por dentro sigues sintiendo inseguridad.
- Te sorprendes preguntándole a la IA qué comer, cómo organizarte o cómo calmarte.
- Te da vergüenza cómo te ves en pantalla o te pasas el rato ajustando la cámara en reuniones para “verte mejor”.
- Comes por ansiedad o dejas de comer por control, y ya no sabes si es hambre real o puro agotamiento emocional.
- Siempre te falta tiempo para ti, anteponiendo familia, amistades y trabajo a tu bienestar
- Eres líder y te preocupa el desgaste emocional que ves (y sientes) en tu equipo, aunque nadie lo nombre.
- Quieres un liderazgo que no se quede en la teoría, sino que te incluya a ti, de verdad.
- Te ves resolviendo todo por fuera, pero por dentro estás en bucle: cuerpo, comida, culpa, espejo, exigencia.
Puedo ayudar a tu empresa y equipo si...
- Hay mucha exigencia… pero poco espacio para parar, sentir o revisar cómo está el equipo realmente.
- La IA y la automatización están entrando en el equipo, pero sin una reflexión profunda sobre cómo se integran y cómo afectan.
- Sientes que falta pensamiento crítico, presencia y humanidad en la forma de liderar y comunicarse.
- Las mujeres del equipo siguen cargando con mandatos invisibles, presión estética o miedo a mostrarse con autenticidad.
- Intuyes que el problema no está en la falta de herramientas, sino en cómo se sienten las personas consigo mismas y en la confianza que puedan sentir como equipo.