Soy Mery Viñas, psicóloga y coach, experta en Psicología de la Alimentación.
Estoy aquí para ayudar a mujeres a tener una mejor relación con la comida, disminuyendo la culpa y la vergüenza para disfrutar de la alimentación y de la vida sin restricciones.
Creo firmemente en que nadie merece pasarse la vida lidiando entre diferentes tipos de dieta, ni merece tener una vida llena de restricciones, de pensamientos de “debería comer esto” o “no debería comer aquello”, de emociones ahogadas en alimentos que después nos hacen sentir culpables.
Creo en que solo desde el autocuidado podemos sanar nuestra relación con la comida, aceptando el regalo que tenemos tal y como somos. Y es que bajar (o subir) de peso no debería ser el objetivo final, sino una consecuencia de todo este proceso, que se da de manera sana cuando trabajamos de raíz nuestros obstáculos internos a la vez que nos reconciliamos con nuestras emociones.
Soy Mery Viñas, psicóloga y coach, experta en Psicología de la Alimentación.
Estoy aquí para ayudar a mujeres a tener una mejor relación con la comida, disminuyendo el estrés y la culpa para disfrutar de la alimentación y de la vida sin restricciones.
Creo firmemente en que nadie merece pasarse la vida lidiando entre diferentes tipos de dieta, ni merece tener una vida llena de restricciones, de pensamientos de “debería comer esto” o “no debería comer aquello”, de emociones ahogadas en alimentos que después nos hacen sentir culpables.
Creo en que solo desde el autocuidado podemos sanar nuestra relación con la comida, aceptando el regalo que tenemos tal y como somos. Y es que bajar (o subir) de peso no debería ser el objetivo final, sino una consecuencia de todo este proceso, que se da de manera sana cuando trabajamos de raíz nuestros obstáculos internos a la vez que nos reconciliamos con nuestras emociones.
Mi misión es acompañar a mujeres a mejorar su relación con la comida a través de un trabajo de autoconocimiento que invita a atender a las emociones y cuestionar creencias para disfrutar de la alimentación y de la vida sin restricciones.
¡Porque la comida debería ser siempre placer!
pero, ¿Y quién soy yo para hablar de esto?
Aún estando siempre más o menos delgada, durante mi adolescencia hice dietas extremas (¡semanas comiendo solo piña y pollo!). Comí con ansiedad, tuve épocas de atracones y restricciones que duraron varios años. Pero no fue hasta mucho después cuando logré entender el porqué de todo aquello. En realidad no quería un cuerpo “perfecto”, más bien estaba tapando lo que mi mente, mis emociones y mi cuerpo me estaban diciendo sobre mí y mi autoestima. El primer y único obstáculo era yo. Había decidido no quererme y, a día de hoy, intuyo que la falta de amor hacia mí misma necesitaba del amor de los demás, siendo el refugio en la comida mi estrategia como reclamo y desahogo.
Y aunque muchas veces no hace falta llegar hasta aquí, solo hace falta ver cómo toda la sociedad hace un seguimiento de lo llamado “perfecto”, la comida perfecta, la dieta perfecta, el cuerpo perfecto, la madre perfecta, el trabajo perfecto… sabiendo aún así, que nada de eso existe. Si existiera la dieta perfecta, ¿no la haría todo el mundo? A la vez, vivimos en un mundo en el que hemos normalizado el estrés crónico, viviendo una vida frenética, ocupada y multitasking.
Desde el estrés no hay cambio de hábitos posible.
Pero es que sobre todo, las mujeres hemos luchado mucho para llegar a tener muchas de las libertades que tenemos hoy en día, sin embargo aún falta mucho más. Debemos dejarnos libres de corsés y de estereotipos. Debemos liberarnos emocionalmente, porque reprimir las emociones nos lleva a buscar desahogo en otra parte, siendo la comida muchas veces el vehículo a través del cual buscamos esa liberación. Y no podemos esperar a que la sociedad cambie, somos cada una de nosotras quien debe empezar por cambiar este paradigma.
Por todo esto hoy me acerco a las mujeres en este espacio, para dar a conocer qué es lo que no nos permite llevar una vida feliz con nuestra imagen, con nuestra alimentación y en lo más profundo, con nosotras mismas.
La vida debería ser mucho más fácil e interesante que pasarnos el día contando calorías y subiéndonos a la báscula. ¡Menos autoexigencia y más disfrute!
Si quieres saber cómo acompaño a mujeres en este proceso para disfrutar de la alimentación y de la vida, puedes seguir leyendo en
Aquí puedes conocer un poco más sobre la parte más profesional de mi carrera
Soy psicóloga por la Universitat de Barcelona, aunque creo que siempre lo he sido un poco, incluso antes de estudiar la carrera (mis amigas así me lo han dicho siempre).
Soy coach certificada por ICF (International Coach Federation), donde descubrí realmente mi vocación.
Máster en Desarrollo Personal y Liderazgo de Borja Vilaseca, una formación que me cambió literalmente la vida, permitiéndome dar pasos de valiente para llevarme a donde hoy estoy.
Practitioner en PNL, porque la mente, el lenguaje y los modelajes son vitales para cambiar patrones e instaurar nuevos hábitos.
Me he formado en varios cursos de Mindfulness (MBSR-Instituto esMindfulness) y Mindful Eating (Mireia Hurtado), herramienta esencial para mejorar la relación con el estrés y la alimentación.
Certificada como Mind Body Eating Coach por el Institute for the Psychology of Eating de Colorado (EEUU), una formación apasionante que me ha permitido descubrir aún más toda la conexión mente-emoción-cuerpo y su relación con la alimentación.
Desde hace más de 9 años sigo formándome en Eneagrama en California con Russ Hudson, Ginger Lapid-Bogda, Uranio Paes, Beatrice Chestnut y mi mentora Gema de la Rosa, para seguir conociéndome y poder conocer desde otra perspectiva la motivación y personalidad del ser humano.
Otras partes de mi yo
Porque todos debemos honrar a nuestro pasado, aquí descubrirás otras curiosidades sobre mí:
Después de estudiar Psicología estudié un Master en Comunicación Empresarial, lo que me llevó durante 10 años a dedicarme a la Comunicación y las RRPP. Siempre he tenido una vena periodística.
En 2013 lo dejé todo para dedicarme exclusivamente al coaching y a la formación en empresas, para luego especializarme en Health Coaching y Psicología de la Alimentación.
Nací en Madrid, a los 9 años me mudé a Barcelona. Después de vivir 3 años en California, ahora vivo en Austin (Texas) una ciudad muy sorprendente y llena de vida.
Ser madre es el rol más apasionante y complicado que nunca hubiera podido imaginar. Cada día descubro facetas sobre mí que eran hasta ahora desconocidas.